lunes, 26 de noviembre de 2012


MI PRIMERA “CHUPITARTA”: CINTA DE CASSETTE


Pertenezco a una generación que siente nostalgia por lo “antiguo”, entendiendo como antiguo aquello que nos recuerda a nuestra infancia por aquellos no muy lejanos años 80. Y aunque la cinta de cassette nació en Europa en 1963, ahora abundan las fundas de tablets, móviles,… y un sinfín de cosas más (estuches, cuadernos), que intentan imitar nuestro querido cassette. Para una amiga mía, que le encanta y que incluso tiene una de esas fundas, era la mejor tarta que le podía hacer.




“No perdamos nada del pasado. Sólo con el pasado se forma el porvenir” Anatole France


Fue mi primera tarta de fondant hace ya casi 7 meses. En esta primera tarta no manejaba tan bien como ahora el fondant, y si hacéis zoom (y sin hacer mucho zoom), veréis que los grosores en algunas zonas eran poco saludables, ¡porque garantizaban un subidón de azúcar! En siguientes tartas veréis que eso ha mejorado.  A continuación os cuento como la hice…


El relleno es el bizcocho de limón, el fondant ya es bastante dulce así que prefiero hacer un bizcocho que no sea muy dulce para compensar el fondant. La receta es de mi madre, que cuando le preguntas de donde lo sacó dice que eso está en cualquier libro de recetas y que es muy básico; para mí es el bizcocho de limón de mi madre. En mi opinión las grandes cocineras se miden en frases como las que dice mi madre del tipo: “¿qué cuanta harina? La que admita” o “¿Qué cuando está hecho? pues cuando esté, eso se ve”; para los grandes cocineros no existen los tiempos…

Ingredientes: (para es tarta multipliqué las cantidades por dos y usé una bandeja un poco más grande que un folio)
1 limón
1 yogur de limón
1 yogur de aceite de oliva 0.4 o girasol (podéis reutilizar el yogur del limón para echar el aceite)
310 grs azúcar 
375 grs harina
3 huevos
medio sobre de levadura

Elaboración:

Poner a precalentar e lhorno a 180ºC.
Mezclar huevos y azúcar en un bol grande. Batir (yo uso batidora de dos varillas). Añadir el yogur. Batir. Añadir aceite. Batir. Añadir harina (mejor si se tamiza pasándola por un tamizador o colador en su defecto) y la levadura. Batir. Añadir ralladura del limó. Batir.
Verter la mezcla en un molde previamente untado con mantequilla. 
Meter en el horno a 180ºC durante 45 min aproximadamente (depende del horno, del molde...si es el doble de ingredientes será 1 hora), el truco es pinchar con un cunchillo o palillo y cuando salga seco es que está listo, ñam ñam...


“Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades” Miguel de Cervantes


El fondant lo podéis encontrar en cualquier tienda especializada, para manejarlo es como la plastilina, pero teniendo en cuenta que hay que tener las manos muy secas y usar el material adecuado para darle forma. En las mismas tiendas donde podéis comprarlo venden rodillos de polietileno en los que no se pega el fondant. Al principio se me pegaba a la encimera y me recomendaron usar maizena o harina, pero eso le quitaba el verdadero sabor y perdía calidad. En el único cursillo sobre decoración que hice recomendaban usar CRISCO (grasa alimentaria, que si veis el bote os recordará a la película “Criadas y Señoras”, ya que era la grasa en la que una de las protagonistas untaba el pollo para freírlo), no da sabor, pero en mi opinión es meter grasa innecesaria (ya engorda bastante el fondant!). Personalmente, después de varias tartas con fondant, he encontrado un truco que me funciona: usar un hule; pero de los lisos, no de esos que son como rugosos cuando los tocas. En el hule no se pega y puedes alisarlo y darle forma sin que se pegue a la encimera. Por lo demás, el fondant es como la plastilina, puedes hacer todo lo que se te ocurra con él. (IMPORTANTE: NUNCA NEVERA)

Y por último pero no menos importante: “el pegamento”, seguro que tiene un nombre técnico pero yo lo llamo pegamento, porque al fin y al cabo sirve para pegar el fondant a la tarta. En este caso usé ganache de chocolate blanco, pero podéis usar lo que queráis, siempre que sea pegajoso: mermeladas, nocilla, nutella, leche condensada… Tanto el fondant como el bizcocho aguantan fuera de la nevera varios días sin problema, entonces “el pegamento” debéis elegirlo dependiendo de cuando se vaya a consumir la tarta. Esta tarta por ejemplo recuerdo que la hice un viernes por la tarde para consumirla el viernes por la noche, por lo que pude usar ganache clásico (que lleva nata), pero si la haces un día para consumirla al siguiente, es mejor sustituir la nata por mantequilla (ya os pasaré esta crema en otra tarta) por salud… ya que la nata 24 horas fuera de la nevera no es muy saludable… además si el bizcocho es muy gordito lo puedes cortar y echar también pegamento en medio para darle más sabor.

Para esta tarta el pegamento fue ganache de chocolate blanco:

Ingredientes:
200 grs de nata líquida para montar
200 grs de chocolate blanco

Elaboración:
Se mezcla todo en una cacerola, se va removiendo a fuego medio hasta que se derrita y quede una mezcla homogénea. La dejáis enfriar un rato y cuando no esté muy caliente lo metéis en la nevera para que se enfríe muy bien. Esto lo podéis hacer el día de antes que decoréis la tarta. Cuando ya esté muy frío lo montáis y tendréis básicamente nata montada con sabor a chocolate blanco. No os paséis motando, a mí me pasó una vez, pero no significa que no lo podáis usar, sólo  que tenéis “mantequilla”, no nata montada

Ah! y los tornillos de la cinta están hechos con fondant y spray comestible, todo se come! (excepto la bandeja)
 
Espero vuestros comentarios si os animáis a hacer el bizcocho ;)

viernes, 23 de noviembre de 2012

Praga: Medovník (Pastel de Miel)

Praga me transportó a un cuento cuando llegué, ya que era de noche y estaba el barrio viejo iluminado en todo sus esplendor. La iglesia de Tyn y el reloj astronómico te transportan a otra época y cuando pruebas el postre típico, yo personalmente me transporté a mi infancia. El pastel de miel estaba buenísimo, pero no me supo mucho a miel, pero sí me recordaba en ciertos matices a una tarta que hace mi madre con galletas y un relleno de mantequilla que algún día os contaré.
El pastel de miel checo consiste en alternar capas de masa a base de azúcar, miel, harina y huevo; y otra capas de crema suele hacerse de mantequilla, leche condensada y nueces molidas. Dicen que se tarda más de tres horas en prepararla, en mi opinión un tiempo muy bien invertido.

 "Lo cotidiano en sí mismo es ya maravilloso. Yo no hago más que consignarlo." Franz Kafka